Venezuela, oct (IPS) – Recolectores, perros famélicos y aves carroñeras buscan juntos algo de valor en el basurero de Cambalache antes de que los alcancen las brasas que hacen arder, cada día y a cielo abierto, 900 toneladas de residuos, cuyo humo se esparce sobre esta nororiental ciudad venezolana.
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